ESCUCHA

Algo que creo que ocurre en esta sociedad es que estamos enfermos de tanto hablar y tan poco sentir. No conseguimos estar cómodos cuando estamos en silencio junto a alguien e irrumpimos con alguna palabra cuando nuestra mirada coincide por más de tres segundos con la de otra persona. Hemos perdido la verdadera conexión entre nosotros: las miradas sinceras, el contacto físico… y hemos perdido la conexión con lo que ocurre en nuestro interior. Nos da miedo abrir los ojos y encontrarnos a quien, verdaderamente, tenemos enfrente así como también, nos da miedo cerrar los ojos y ver quienes somos nosotros en realidad.

Por este motivo, comparto estos vídeos. Con la intención de provocar un espacio de tranquilidad y vacío en cada persona que se entregue de lleno a verlos. Cada vez que cerramos los ojos, hacemos que éstos se limpien por dentro y vean mucho mejor. Cada vez que honramos el vacío que hay en nuestro interior por medio del silencio, creamos tierra fértil que hace que, a través de nosotros, surjan acciones llenas de sentido y significado.

Si no honramos al silencio y al vacío que somos, si no somos capaces de conectarnos con la verdad que vive en nuestro interior, las acciones que llevemos a cabo estarán faltas de raíz y sentido; nos convertiremos todos en verdaderos autómatas.

Mira dentro.