ESCUCHA

Algo que creo que ocurre en esta sociedad es que estamos enfermos de tanto hablar y tan poco sentir. No conseguimos estar cómodos cuando estamos en silencio junto a alguien e irrumpimos con alguna palabra cuando nuestra mirada coincide por más de tres segundos con la de otra persona. Hemos perdido la verdadera conexión entre nosotros: las miradas sinceras, el contacto físico… y hemos perdido la conexión con lo que ocurre en nuestro interior. Nos da miedo abrir los ojos y encontrarnos a quien, verdaderamente, tenemos enfrente así como también, nos da miedo cerrar los ojos y ver quienes somos nosotros en realidad.

Por este motivo, comparto estos vídeos. Con la intención de provocar un espacio de tranquilidad y vacío en cada persona que se entregue de lleno a verlos. Cada vez que cerramos los ojos, hacemos que éstos se limpien por dentro y vean mucho mejor. Cada vez que honramos el vacío que hay en nuestro interior por medio del silencio, creamos tierra fértil que hace que, a través de nosotros, surjan acciones llenas de sentido y significado.

Si no honramos al silencio y al vacío que somos, si no somos capaces de conectarnos con la verdad que vive en nuestro interior, las acciones que llevemos a cabo estarán faltas de raíz y sentido; nos convertiremos todos en verdaderos autómatas.

Mira dentro.

Hoy toca HABLAR

La sensación de saltar al vacío siempre que haces algo nuevo comienza a manejarse mejor en la medida en que te vas atreviendo a hacer cada vez más cosas nuevas. Sigues teniendo miedo, sigues sintiendo que a lo mejor te vas a estrellar pero, al ver que las veces anteriores saliste ileso, confías más y te animas con mayor facilidad a adentrarte en ese nuevo terreno que te impresiona.

Por otro lado, es cierto también que llega un punto en la vida en el que te das cuenta que no hay mucho que perder. Realmente, en mi caso, noto que muchas veces mis miedos se derivan de lo que van a pensar los demás. Es el miedo a la crítica, a que la gente me juzgue y me rechace, miedo a decepcionar… Y, bueno, una vez reconocido mi miedo y comprobadas las consecuencias nefastas que tienen para mi felicidad el optar por hacer lo que CREO que otros quieren, decido enfrentarlo y tirar para adelante. Digamos que si me estrello, por lo menos, será con dignidad : )

Así que, la semana pasada, cuando mi amiga Carlota del Pozo me contactó por facebook para ofrecerme grabar una entrevista y publicarla en su portal de coaching en internet, tuve que decirle que SI.

Le dije que sí porque sé que llevo una fiera que ruge por dentro pidiéndome día y noche que le dé mayor EXPRESIÓN. Y, bueno, aunque los miedos de turno se presentaron a mi costado, me los llevé a todos a la fiesta de inauguración de mi «primera entrevista hablada» vía internet.

La conversación con Carlota fluyó de maravilla y, aunque me sentía un poco nerviosa, me encuentro ahora muy satisfecha de haber puesto otra nueva semilla en terrenos que antes me eran desconocidos. Ahora, la semilla, hará sola su trabajo.

Aquí os dejo la entrevista. ¡Espero que la disfrutéis!

http://carlotadelpozo.com/como-expresarnos-con-libertad/

Minutos 1-11: Hablamos sobre cómo decidí dejar mi vida de oficina y adentrarme en algo nuevo que por aquel entonces me era desconocido.

Minutos 11-22: Cómo conectar con el interior, conocer nuestras emociones y expresarlas libremente.

Minutos 22-30: Sobre cómo confiar en la vida y en los demás.

Minutos 30 – 40: Recapitulación final y despedida.

¿HABLA TU CORAZÓN?

Mi corazón ha retomado el habla. Le está costando porque ya se sabe que cuando uno pierde un hábito, luego cuesta retomarlo.

Hablaba bajito esta mañana, a penas lo estaba escuchabando susurrar cuando le he preguntado: “¿Qué dices?”. Entonces, justo en ese momento, se ha callado. “¿Será que tiene miedo de hablar?”- me he preguntado para mis adentros.

El día ha continuado y he estado bien atenta por si lo volvía a escuchar. Sin embargo, no habían señales de que quisiera lanzarse otra vez al parloteo.

En una ocasión durante la tarde, mientras pasaba tiempo con mi hermana y mis sobrinos, ha vuelto a decir algo en una melodía que parecía amorosa y comprensiva. Aún así, seguía teniendo un volumen muy bajo y su pronunciación poco entrenada no me dejó entender bien qué estaba diciendo.

Mi corazón ha vuelto hablar. Aunque no le entiendo, le siento. Y espero que pueda comunicarse conmigo muy pronto.

corazon hablaIlustración propia