EN CUERPO DE MUJER

Captura de pantalla 2015-12-31 a la(s) 11.09.43Algo que me gusta hacer cuando llega el último día del año es un pequeño y sencillo calendario cronológico en el que anoto, mes por mes y con muy pocas palabras, aquellas cositas especiales que han ido ocurriendo. En cada mes anoto dos, tres, cuatro palabras significativas que pueden corresponder a personas, emociones, acontecimientos, lugares, proyectos que tenía entre manos…

Luego observo el calendario a vista de pájaro e intuyo en qué momentos me he sentido más plena, en cuáles más perdida, en cuáles más feliz y, veo, claramente, con los conceptos escritos, el por qué de mis sensaciones internas en aquellos momentos.

Cuando era niña, me encantaba un libro que se llamaba “Lluvia de Estrellas”. En él, una niña de mi edad, huérfana y sin casa; y que solo disponía de un trozo de pan, vagaba por las calles. Se encontró a alguien con hambre y le dio su trozo de pan, se encontró a alguien con los pies descalzos y le dio sus zapatos, se encontró a alguien con frío y le dio sus ropas… Al final del cuento, la niña se encontraba desnuda y sin nada en medio del bosque mirando hacia el firmamento oscuro. Entonces, una impresionante lluvia de estrellas comenzó a darse allí arriba y las estrellas, convertidas en monedas de oro, comenzaron a caer en abundancia alrededor de la niña.

Me di cuenta este año que este tipo de cuentos de niñas buenas y perdidas que lo daban todo por los demás y acababan teniendo experiencias místicas, eras mis preferidos cuando era pequeña. Me encantaba ver en ellos la ilusión de la niña, las ensoñaciones, su confianza en un mundo que iba mucho más allá de lo material, su despojo de sus posesiones, su atención por la emoción de todo aquel que tenía alrededor…

He de decir que no espero en este 2016 una lluvia de estrellas sobre mí, ni que el Universo me dé repentina y fortuitamente lo que haya podido estar cultivando en los últimos años. Tampoco deseo ser una niña pobre o mendiga, perdida o sin rumbo que lo da todo por los demás. No quiero vivir en la escasez ni enorgullecerme por aquello que voluntaria o involuntariamente pueda estar haciendo por los otros.

Creo que hemos escuchado demasiadas historias sobre buenos samaritanos, sobre mártires o sobre gente que da su vida por los demás. Creo que glorificamos demasiado a todo aquel que vive con poco, que todos queremos dinero pero luego lo detestamos a su vez, que tenemos una extraña relación de deseo de la abundancia desde la comodidad conocida de la escasez.

Y yo, para variar en mis textos que escribo que acaban siendo una especie de protesta personal, estoy muy cansada de esa idea de que “hay que tener poco”, “hay que ser poco”, para que los demás te quieran y se sientan cómodos a tu lado. Estamos acostumbrados a no presumir de nosotros mismos, a no enaltecer nuestros propios logros, a que no se nos llene la boca al hablar de nuestras proezas, a ocultar nuestros éxitos e incluso nuestras ventajas, comodidades y posesiones económicas si es que las tenemos… solo por no herir los egos de los demás. Y, como decía anteriormente, estoy cansada de todo ello.

Al 2016 no le pido buenas acciones desinteresadas, shhhhh…. silenciosas y shhhhhh…. sutiles. No le pido es-ca-sez, ni pobreza, ni pocas posesiones. No le pido escondites, ni cuevas, ni trajecitos de lunares rosas con volantes que ya no le caben a este cuerpo de mujer. Al 2016 le pido fuerza y potencia; coraje para estar en pie, alegría para mostrarme y expresarme; y confianza plena hacia el mundo en el que vivo para abrirme completamente a él.

flamenco

 

 

EMOCIONARTE – El Manual

Cuando éramos niños, moldeamos nuestro comportamiento de manera inconsciente y lo pusimos al servicio de las expectativas sociales en función de los gustos y las apetencias de los adultos que nos rodeaban con el objetivo de ganar su apoyo, su cariño y su protección. En muchas ocasiones, estos gustos y apetencias del mundo adulto venían condicionados por juicios y una alta represión a lo que ellos consideraban como inadecuado e inadmisible. Eso hizo que quedáramos desconectados de muchas partes de nuestro ser y las ocultáramos al mundo exterior. Al creer que teníamos que negar parte de lo que éramos para poder encajar, nos hemos desarrollado con miedos y alejados del conocimiento de nuestro ser completo y real. Así, hemos estado semi-viviendo, en lugar de estar llevando una vida en plenitud donde nos amamos, aceptamos y nos mostramos tal cual somos.

Por todo ello, creo necesario que el ser humano se reencuentre con todo aquello que ocultó una vez y quedó en la sombra. Porque una vez nos conocemos al completo y comenzamos a amar todo aquello que somos y a entregárselo al mundo, empezamos a ver la magia en la que se da la vida.

He redactado, con todo mi cariño, un manual sobre cómo dar luz a todos los aspectos que quisimos dejar en el olvido. Todas las técnicas que propongo están basadas en el uso del arte: la escritura, la pintura, el baile y el canto. Comprobarás que son muy sencillas y que tienen como principal objetivo que establezcas mayores espacios de intimidad contigo mismo y disfrutes de tu propio proceso de autoconocimiento.

Este manual que te ofrezco es una guía para transformar tus emociones en ARTE. Somos seres creativos y creadores, así que ponte en funcionamiento y comienza a explorar ese terreno puro, virgen y poco transitado que tanto tiene para ofrecerte.

Descarga el manual (pdf) haciendo click aquí o en la imagen inferior:

EMOCIONARTE_ EL MANUAL

EMOCIONARTE_El Manual

AQUÍ NO, ¿VALE?

Tan IMPORTANTE

es tener el coraje para decirle a aquello que quieres que lo quieres;

como tenerlo para decirle a lo que no quieres que NO LO QUIERES .

Captura de pantalla 2015-08-29 a la(s) 15.32.15

Ilustración personal

SIN «S» DE SABIDURÍA

Captura de pantalla 2015-08-04 a la(s) 15.16.22Me estás presionando. Pones tu pie sobre mi cabeza y aprietas fuerte para que note los huesos del cráneo crujirse contra el suelo. A penas te veo desde el rabillo de mis ojos y noto como la saliva supura por mi desencajada boca. Como polvo mientras tú te elevas entre los altos cielos, caigo en lo hondo a la vez que te proclamas rey de aquello que no puede ser comprado, intercambiado ni vendido. Le pones precio a mi alma y etiquetas la bella gracia de mis movimientos. Me encadenas a la fama de quererme sentir valorada, me llamas y me entrelazas entre juegos y tramas.

Te ríes mientras me pierdo confundida entre las pistas que me dejas; creyéndome yo en la certeza de estar encajando piezas. Yo reina en esta fortaleza hecha de humo, paja y quimeras; yo princesa de los mundos que navego cuando tú te alejas; yo plebeya en el patio de esta plaza vieja; esclava de tus gustos y pesadas moralejas.

Sonreiría si supiera que esa vara de acero dejará de hacerme huellas. Abriría mis ojos si no fueras a ser tú a quien viera. Confiaría en mis cerrojos si, poco a poco, sintiera que tus tentáculos van en busca de otros lagos, de otros pozos, de otros charcos fanganosos.

Permíteme sentirme viva. Y tú, sumérgete en tu propia herida. Ahógate en tu podrida filosofía de quererte creer con vida. Suéltate como carne inerte lo haría. Déjate caer en tu oscura filantropía que ya no soy esa niña camelada, cegada y confundida a la que pretendes, todavía, hacer trizas con tu xxxxxxx* sabiduría.

* monstruosa, pestilente, mugrienta, aborrecible, repugnante, detestable.

INCONSCIENCIA

Una vez escuché a alguien decirme: “Tienes miedo a la inconsciencia de los demás”. Y sí, creo que aquella persona tenía razón porque veo, claramente, que me agobia el hecho de que haya gente que no pueda contemplar más allá que unas cuantas y conocidas posibilidades. No me refiero al humano común- que considero bastante abierto de mente- sino al humano que parece tener un muro de cemento en lugar de párpados que se abren y se cierran.

“Yo soy tolerante pero no lo soy con los intolerantes”, pensaba cuando iba al colegio. Y lo que me ocurría es que sentía mucha compasión por cualquier aspecto del mundo en general pero cuando me topaba con alguien que solo y exclusivamente tenía UNA opinión y, normalmente, esta opinión era cerrada y excluyente de la gran infinidad de posibles opiniones, sentía cierta frustración en mi interior.

“¿Por qué no puede ver más allá?”, pensaba.

La buena noticia es que esta no suele ser la norma. Cuando miras a alguien fijamente a los ojos, confías en el momento presente y abres tu corazón, la vida se da por sí sola y siempre hay un determinado reflejo en la otra persona. Lo normal es conectar y fluir entre personas, cuando hay verdad y sinceridad de por medio. Lo normal y lo habitual, por lo menos en mi vida, es encontrarme con conversaciones fluidas y gente dispuesta a abrir sus brazos para abrazar un “algo más” que es desconocido y misterioso.

¿Pero qué pasa cuando uno se encuentra con ese muro de cemento al que me refería antes? ¿Qué pasa cuando uno se topa con alguien que anda a ciegas dando palos e hiriendo sin saber que lo está haciendo?

Yendo al grano y para desahogarme con claridad, diré que todo esto viene a raíz de haber creado la página de facebook. Llevaba tiempo dándole vueltas al tema y, sin más, acabé creándola y poniéndola en funcionamiento la semana pasada.

Ayer pensé “voy a invertir veinte euros en la publicidad de facebook para darla a conocer y luego dejarla que se viralice de manera natural”. Bueno, ¡yo no sabía que veinte euros darían para tanto! Y sí, se ve que, para mí, de repente, tener a 160 personas que no conozco leyendo y opinando sobre lo que publico, se me ha hecho un poco estrepitoso de la noche a la mañana.

Y ha sido, simplemente, el leer un par de comentarios negativos venidos de la “inconsciencia” los que me han hecho sentir herida y me han hecho parar la “gran” campaña de publicidad que había decidido comenzar.

“No estoy preparada”, he pensado. “No estoy preparada para poner ahí fuera en el mundo todos mis bebecitos- mis dibujos y mis textos- que hago con tanto amor para que otros con unas simples palabras gratuitas, rápidas e inconscientes; me los destruyan”.

Y sí, asumo mi posible inmadurez o la facilidad que tengo para sentirme herida; pero he de decir que no son los comentarios negativos los que me afectan sino el hecho de que mi mente me dice: “¿Por qué la gente opina sin pararse un segundo a sentir primero? ¿Por qué la gente no ve el cariño con el que estoy haciendo esto y decide hablar por hablar poniendo ahí fuera palabras desagradables? ¿Quién les ha pedido opinión?”. Si no es que no acepte opiniones contrarias, es que quiero que vengan de un lugar verdadero y que busquen construir y aportar. Lo que yo busco es aportar mi granito de arena en la consciencia universal y compartir lo que soy con los otros. No busco aumentar las banalidades…

No sé… yo por inconsciencia me refiero, simplemente, a la falta de visión y, por tanto, de consideración. No me gusta el hecho de que la gente no sepa que tiene una Vida, que tiene una Mente, que tiene un Corazón… No me gusta que la gente no valore y no aprecie la comida frente a su plato o que el sol salga cada mañana. No me gusta que hayan robots en vez de personas. Consciencia, consciencia, consciencia… si yo lo único que quiero es DESPERTAR y que todos despertemos de este sueño que, muchas veces, se hace un absurdo.

Y sí, lo que quiero es DESPERTAR al completo para poder respetar el proceso de todos los que no son yo, así como respeto el mío propio.

Respetaos a todos vosotros, respetarme a mí… eso es lo que quiero.

Y ahora entiendo los miedos que han estado influyendo a mi vida anteriormente. Ese miedo a salir, ese miedo a mostrarme, ese miedo a relacionarme con los demás desde mi Verdad… Creo que tengo la creencia de que el mundo es despiadado y no es un lugar seguro en el que poder mostrar tu esencia y tu lado más vulnerable. No confío en los demás. Tendré que empezar a valorar ese precio que hay que pagar por formar parte de este gran grupo que es la humanidad.

NACIMIENTOS

Si una emoción me visita y no consigo entender qué me quiere decir, me pongo en movimiento (e-MOCIÓN). Bien pinto, bailo, escribo, canto o medito; hago algo en lo que mi mente no tenga el mando y, así, pueda yo dejarme llevar por dicha emoción. Para parirla y conocerla, me entrego en presencia a ella, la acuno, le doy espacio y dejo que salga sin juzgarla. Hoy, opté por agarrar un folio y un bolígrafo y dejar que la emoción misma moviera mi mano para expresarse. Esto fue lo que salió:

parir pasion

Mirando el dibujo, he pensado en una palabra que me evocara dicha imagen y de mí ha salido la palabra: PASIÓN.

“¿Pasión?”- me he preguntado extrañada. “¿Qué tendrá que ver la pasión con el acto de parir?” Ante la duda del por qué había establecido tal conexión, he echado mano del diccionario etimológico:

«la palabra pasión viene del latín passio que, a su vez, viene del verbo pati, patior (padecer, sufrir, tolerar), indicando a la pasión como lo contrario de la acción, es decir, un estado pasivo del sujeto.»

Bien, resulta que, al contrario de lo que solemos interpretar como pasión, el origen y significado de esta palabra son relativos al sufrimiento y la pasividad, es decir, a padecer y a la no-acción. Y, entonces, he podido entender por qué mi dibujo me llevaba a la idea de la PASIÓN y es que…

A la hora de parir (a la hora de parir un hijo, una idea, una obra de arte, un nuevo trabajo, una nueva vida para nosotros mismos…) es necesario cierto nivel de PASIVIDAD. Sí, al contrario de lo que se nos dice- que tenemos que hacer mucho esfuerzo y muchas acciones para dar a luz a nuevas cosas-, lo que se requiere por nuestra parte es, sobre todo, altas dosis de confianza, presencia, paciencia y de “no hacer”.

El hijo, a los nueve meses, va a nacer sí o sí. La madre actúa pero, sobre todo, SE ENTREGA. La madre suelta el control y deja que sea la naturaleza la que saque a su hijo a través de ella. La madre se encuentra en un estado de presencia incondicional, la madre confía y recibe a la criatura. A la hora de parir algo nuevo (un hijo, una nueva vida para nosotros, un cambio…), actuemos pero, sobre todo, presenciemos el proceso, confiemos en que lo mejor ya está aquí y saldrá sí o sí. Optemos más por el “no hacer” o, mejor dicho, por no querer sobrecontrolar o manipular desde la mente. Confiemos y actuemos solo desde la presencia y la escucha profunda.

Por otro lado, parir algo, dar lugar a lo NUEVO, llevar algo a la luz, requiere cierto sufrimiento. Sufrir significa etimológicamente “sostener, padecer, soportar, tolerar…”. Es decir, para dar luz a lo NUEVO, requerimos estar presentes, sostener el proceso, tolerar los altos y los bajos. El sufrimiento no tiene por qué ser doloroso si lo contemplamos, si lo sostenemos, si lo respiramos, si lo integramos como parte de aquello nuevo que se está creando.

Últimamente, el acto de parir me inspira mucho… Tan salvaje, tan natural, tan humano… Es en este acto donde entendemos la fuerza de la naturaleza, donde nos rendimos a ella, donde nos entregamos y, verdaderamente, confiamos…

parir pasion 2 Pintura de Amanda Greavette

Toda esta exploración, me llevó a ver en youtube algunos vídeos de partos naturales. Este es el primero que encontré: https://www.youtube.com/watch?v=kP3FNOKQKIQ  ¡Cuánta belleza he sentido hoy!

Bailar a Solas: ¿Cómo, cuándo y por qué?

Ayer noche, acabamos el primer ciclo de danza consciente en Elche. Quince mujeres hemos estado bailando cada lunes durante dos meses, trayendo a la sala de baile a nuestro cuerpo y, con él, a todas las emociones y sentimientos que viven dentro de él.

Durante el espacio de libre movimiento que creamos entre todas, pudimos sacar a la platea a cada una de nuestras voces dejándolas expresar cada uno de sus instintos. Hemos sido fieras animales rugiendo con gritos que rompían el espacio, mujeres salvajes bailando la libertad de sus cuerpos, flores vulnerables y bellas que desprendían el rocío de la mañana con el agua hecha lágrimas. Hemos disfrutado y, especialmente, CELEBRADO.

Por ello y en agradecimiento a lo vivido, me gustaría dejar escritas en este post algunas pautas –que ya conocéis- y algunas canciones que pueden servios a vosotras y a todos aquellos que todavía no lo han probado para BAILAR SOLOS EN CASA o en cualquier otro espacio que reservéis en vuestra intimidad.

¿Cuándo bailar?

Hay varios momentos, por no decir TODOS, en los que se puede bailar: cuando estás triste para llenarte de esa emoción hasta aprender de ella, cuando estás rabioso para lanzar tus brazos y tus piernas a expresar cada una de tus quejas, cuando estás feliz para contagiarle esa sensación a cada parte de tu cuerpo y desprenderte de ella hasta alcanzar la felicidad calmada, cuando tienes dudas y no sabes cómo materializar tus sueños para darles forma con tu expresión corporal, cuando te sientes en paz para devolverle al momento presente todos sus regalos…

¿Por qué?

A pesar de vivir dentro de nuestro cuerpo, vivimos muy alejados de él. A penas escuchamos lo que nos dice, no sabemos lo que necesita. Nuestras necesidades más internas se expresan a través de él y si queremos conocernos: tenemos que bailar, tenemos que movernos. El cuerpo es el único que vive aquí y ahora, hay que volver a él y dejar que él nos revele la verdad de quiénes somos mediante su propio y libre movimiento. 

¿Cómo?

Lo primero de todo es darse el permiso de tener un tiempo determinado para uno mismo: para sentirse, para escucharse, para renovarse. Para ello hay que entender, que no le hacemos un favor a nadie, en especial a nosotros mismos, cuando queremos estar activos y “hacia fuera” socializándonos y haciendo cosas como máquinas todo el día. Es necesario, acostumbrarse a nutrirse por dentro para que eso se refleje por fuera.

Una vez sepas que mereces ese tiempo y espacio para ti, todo lo demás viene rodado: busca un espacio en tu casa o en cualquier lugar en el que tengas intimidad y dale al play a la lista de música que viene adjunta más abajo.

A partir de ahora: respira, escucha y HAZ LO QUE QUIERAS.

Click aquí —–>  BailarSol@: MomentosParaMi

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A continuación, dejo escritas algunas pautas que te pueden guiar. Aún así, la mejor pauta será la que te dé tu cuerpo mientras suena cada una de las canciones. ¡Síguele!

  1. Las dos primeras canciones son lentas y suelen tener la misión de que te relajes. Muchas cosas han sucedido justo antes del momento actual: déjalas estar, deja que ronden por tu cabeza, dájate sentir cualquier cosa que estés sintiendo. Tú respira, vé palpando tu cuerpo y dándote cuenta del lugar en el que estás.
  1. Puede que al comienzo te sientas un poco estático. Es lo normal, nuestro cuerpo todavía no sabe que, por fin, sí estamos dispuestos a escucharle. Ahora tu misión es comunicarle a tu cuerpo que éste es su momento para expresarse. Dale tiempo, atención y cariño. Muévelo conscientemente, poco a poco, empezando por los pies, siguiendo por las piernas, pasando por la pelvis, caderas, torso, brazos, cuello y cabeza.
  1. Poco a poco, vé levantándote si es que estás sentado y si así lo siente tu cuerpo. Deja que él te lleve a formar parte de la misma música, que se funda con el espacio que le rodea. Siente la música en el corazón, escucha a tu cuerpo y déjate mover.
  1. Disfruta, baila… la música irá cogiendo diferentes cualidades. A veces, será cortante; a veces, será caótica. Aprovecha para expresarte, para soltar, para sudar. Cuando sea rápida, vé con ella. Cuando suenen los tambores, visualiza todas esas tribus de personas que todavían bailan en la naturaleza y se dejan caer en el caos de la existencia. Suelta tus tensiones, suelta el cuello, la mandíbula… deja que la cabeza vuele, salta, grita… Quita barreras, rompe moldes, VIVE.
  1. La zona central de la playlist es muy retadora por lo acelerada que es. No te pidas seguirla con todas tus energías, escúchate. A lo mejor la música va rápida pero tu quieres seguir a esa rapidez desde tu interior. A lo mejor solo moviendo las manos, o solo la cabeza, vas a sacar aquello que necesitas. Esto que escribo no son normas. Tú sabes lo que tu cuerpo quiere hacer. Déjale que se libere.
  1. Tras lo más caótico, llegan canciones para sentir la alegría de todo aquello que se ha soltado. Síguete a ti. Disfruta con tus sonrisa, con tus lágrimas, con tu sudor.
  1. Finalmente, llega algo profundamente calmado: tú. Siente a tu corazón latir en el silencio que tienes dentro. La música refleja la serenidad de tu interior. Déjate sentir y vacía lo que quede dentro de ti dejando caer el peso de tu cuerpo sobre el suelo. Vuelve a la Tierra. Deja que ella te sostenga.

¿Y luego?

Lo que viene luego es tan bueno como lo que ocurre durante. Tu Alma está contenta, nutrida y sana. Deja que siga brillando.

+ Info:

La mayoría de mis conocimientos en la práctica de la danza consciente los he aprendido moviéndome en lo que se llaman los 5 Ritmos de Gabrielle Roth. Si quieres más información, escribí un post exclusivamente en honor a ellos:  http://tierraenmispies.com/2012/12/07/el-baile-de-los-5-ritmos/

AMORES PLATÓNICOS

Los amores platónicos e inalcanzables son aquellos que más obras de arte han traído a este mundo. A veces me pregunto si me enamoro de aquellas personas que más me convienen como pareja o, por el contrario, me enamoro de hombres inusuales que solo pueden aportarme amor esporádico pero grandes fuentes de inspiración. De momento no estoy capacitada para rechazar los torrentes de creatividad que me traen estas personas tan especiales y originales de las que me quedo sensorialmente enganchada, así que me temo que la estabilidad emocional con alguien deberá esperar. Mientras tanto seguiré pintando, bailando y escribiendo transformando el amor que surge del interior en lo que yo considero valiosas y espontáneas obras de arte. 

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Tengo suficiente

Vídeo

Este vídeo que publico hoy es muy especial para mi. Alguien lo grabó hace un año mientras bailaba con Chungliang Al Huang, un hombre maravilloso que enseña desde el corazón, un maestro del que vale la pena saber más. La canción que se escucha se titula “Ich Habe Genug” que significa “tengo suficiente” o “estoy contento–de estar contentado, de no necesitar nada más. Y así siento hoy a mi corazón: calentito, en casa y diciéndome que tenemos suficiente. Mi vida es jugosa y llena de experiencias. No puedo pedir nada más. No quiero usar mi tiempo pidiendo nada más que lo que tengo. Tengo suficiente, me siento contenta. Llena y plena desde el corazón.

Te tengo

No hay mayor descarga de emociones que cuando le dices a esa persona que tanto adoras que la quieres. Muy especialmente, si esa persona es alguien con quien te has distanciado por un tiempo debido a malentendidos o malestar general. No hay mayor regalo que ese momento en el que te das cuenta que a esa persona que evitabas, que ese ser humano que parecía ser causante de todo tu sufrimiento, es precisamente la fuente de esos bellos sentimientos que buscabas dentro de ti.

Creo que hay muchas ocasiones en las que acumulamos muchos sentimientos no expresados hacia otras personas. Precisamente, sentimientos de amor o de necesidad natural que tenemos con respecto al calor de los otros. Muchas veces no sabemos comunicar a la persona que tenemos al lado qué es exactamente lo que necesitamos o simplemente nos da miedo la reacción que ésta pueda tener por lo que decidimos acallar nuestros sentimientos verdaderos y guardarlos en nuestro interior. Así, las confusiones con los demás crecen y el muro que nunca quisiste que se creara entre tú y esa persona acaba por elevarse entre vosotros dos.

El tiempo pasa y cada uno dirige su mirada hacia otro lugar, el muro dejó de ser un sitio interesante en el que poner nuestra atención.

Por eso digo, que no hay mayor liberación, que el día en el que decides abrir un hueco en ese muro y susurrarle algo a esa otra persona. “Te quiero”, le dices suavemente. “Esa es la verdad. Nada de las otras cosas que pude haber dicho o hecho son ciertas si es que se alejan de lo que ahora mismo te estoy mostrando”. “Lo siento. Perdóname. Eres una persona esencial en mi vida. Y ha sido precisamente por eso que he tenido miedo. Por eso te digo que lo siento. Porque no he sabido mostrarte cuánto te quiero y me han faltado toneladas de valentía”. “Ahora lo entiendo, solo te tengo cuando verdaderamente me muestro y me entrego. Solo te tengo a ti cuando soy sincera con mis verdaderos sentimientos. Porque entonces te tendré a ti de verdad, a mi lado o lejos haciendo tu propia vida, pero te tendré conmigo, en mi regazo, nutriéndote de todo ese amor que de mí hacia ti sigue brotando y sin querer pedirte nada a cambio. Te quiero y, ahora sí, te tengo.”

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