HÉROES

¿Quién dijo que en la posición de triunfar uno tiene que estar solo? Parece que uno tema llegar muy alto porque, una vez alcanzada la cima, se desvanecería cualquier meta que querer alcanzar, cualquier motivación. Y, llegado ese momento en el que uno lo ha alcanzado todo, entonces, ¿qué le movería?

Ojeando con mis sobrinos la revista de las Tortugas Ninja aprendí algo y es que, como decía una de las tortugas, los héroes también tienen héroes. Así, resulta que las Tortugas Ninja, completamente admiradas por cientos de niños de corta edad, tienen a otros héroes de ficción que les inspiran y a los que poder admirar.

Y me doy cuenta que esto es así, que uno quiere subir lo más alto posible en la escalera pero que, cuando llega al peldaño más alto, uno se da cuenta que hay una puerta esperándole para llevarle a otro lugar. En ese otro lugar, las metas se transforman y, entonces, puede que en lugar de querer llegar alto quieras llegar lo más lejos de manera horizontal. Y, una vez llegado a lo más lejos de manera horizontal, puede que entonces quisieras llegar a lo más hondo imaginable dentro de ti mismo… Y, de ahí, continuaríamos infinitamente.

Alcanzar metas siempre será una motivación para tener más experiencias, para activar nuestras ganas de probar cosas nuevas, para explorar. Y, alcanzar metas, por muy altas que sean, por muy lejanas que parezcan, por muy inaccesibles que se nos hagan en el fondo de nuestro corazón, será siempre un leitmotiv.

Por eso, porque la vida es una gymkana que no tiene final, porque siempre tendremos a gente por delante y por detrás, más vale disfrutar jugando. Sin miedo a ganar, sin miedo a perder, pasar las pruebas solo por el placer de haber estado en cada una de ellas.

Los héroes también tienen héroes; no importa al nivel heroico que quieras llegar, siempre tendrás a otro héroe inspirándote unos pasos más allá. Para que camines, para que le sigas, para que confíes que se pueden dar ESOS PASOS MÁS ALLÁ.

No dejemos de inspirar a los demás, somos todos fuente de luz para todos.

sol

CELEBRACIÓN

Imagen

«La celebración es la base de mi forma de vida; enseño a disfrutar no a renunciar. Disfrutar de toda la belleza, todos los placeres, todo lo que la vida ofrece, porque toda esta vida es un regalo de Dios.



Para mi, vida es sinónimo de Dios. De hecho, la palabra vida es bastante más auténtica que la palabra Dios. Dios no es más que un término filosófico, mientras que vida es real, existencial. La palabra Dios existe solo en las escrituras. Es simplemente una palabra. La vida está dentro y fuera de ti; en los árboles, en las nubes, en las estrellas. Toda esta existencia es una danza de vida. 



Ama la vida. Vive la vida con totalidad, emborráchate de divinidad viviendo. Tengo un tremendo amor por la vida y por ello enseño celebración. Tienes que celebrar todo, tienes que vivir todo, amar todo. Para mi no existe nada mundano y nada sagrado. Todo es sagrado, desde el peldaño más bajo de la escalera al más alto. Es la misma escalera: del cuerpo al alma, de lo físico a lo espiritual, del sexo a samadhi; ¡todo es divino!»

Osho

Ilustración que enamora de un ilustrador desconocido (fotografiada de una postal de laughingelephant)

 

 

TRIUNFAR

Soy un ser humano, solo soy uno más entre tantos.

Cuando veo la vida así, entiendo que estamos aquí para disfrutar de nosotros mismos, de los demás y de la naturaleza que nos rodea. Entonces, pierde sentido poner esfuerzo en destacar y ser más importante que los demás. Porque, al fin y al cabo, no se puede destacar con respecto a otros en lo que uno realmente ES. Tan solo somos seres humanos, de igual condición. Mi mente puede creer y decirme que yo destaco o los demás pueden decirme que ellos creen que yo destaco pero eso es simplemente algo mental que proviene de la cultura y la sociedad.

Querer escalar solo puede hacerte sentir miserable pues implica que donde estás no es suficiente. Si asumiéramos que no hay nada más que alcanzar y que somos maravillosos tal cual somos, estaríamos más receptivos a los mensajes que llegan en forma de amor en este Universo. Porque el amor no entiende ni de comparaciones, ni de destinos a los que llegar… El amor es un sentimiento que llena tu cuerpo cuando uno se encuentra completamente receptivo y agradecido por lo que ES en ese justo momento. El amor no se percibe cuando uno tiene la vista puesta en un futuro supuestamente más prometedor o en conseguir cosas que uno cree que no tiene.

Triunfar, este es el tema. Triunfar, destacar, ser alguien más relevante que los otros. No poder soportar el hecho de que mi medida y mi estatura son iguales a las de los demás. Querer ser más, poder mirar desde arriba, escalar.

Si asumiéramos lo vulnerables que somos y que no podemos ser más que lo que ya somos por mucho esfuerzo que pongamos en ello…

Asumir nuestra carne y nuestros huesos, el hecho de que estamos expuestos a ser heridos y que un día nuestro cuerpo caerá por su propio peso siendo nuestra Alma y nuestra energía lo único que lata en el Universo… Asumir que somos como corderillos aunque a veces sintamos nuestro peso como el del elefante.

Humildad. No querer ser algo más. Amar a los demás sin querer adueñarse de una supuesta posición superior o inferior. Amar a los demás solo se puede dar desde la igualdad y, por tanto, sin miedo. Sin necesidad de crecerme para ser más poderoso que el otro y, así, evitar que me hagan daño. Sin necesidad de ponerme por debajo del otro para poder soltar sueños y responsabilidades y dejarlo todo en manos ajenas. Dejar que el otro mida lo que mida y saber que yo mido igual que él.

Aceptar lo que nos hace humanos para poder disfrutar de ello.

A mí me hace humana, echar de menos a la gente que quiero.

A mí me hace humana, tener miedo de lo que siento que es más grande que yo.

Me hace humana, disfrutar del Sol y dejar que me caliente.

Me hace humana el hecho de tener una mente que cuestiona todo automáticamente.

Mis piernas me hacen humana. Mi sexo me hace humana. Mi cara donde se encuentra la boca por la que como, los oídos por los que escucho y la nariz por la que huelo y entra el aire que respiro, también me hacen humana.

El hecho de que esté aquí por un período corto de tiempo, me hace humana.

Ser de la misma condición y naturaleza que la persona que tengo al lado, me hace humana.

Y, especialmente, no saber absolutamente nada, aceptarlo y disfrutar de ello, me da el total permiso de ser humana.

Dejar de querer saber más, tener más o ser más.  

Aceptar nuestra condición humana, rendirse en la lucha interna personal, postrarse ante lo que queda y, finalmente, DISFRUTAR.