Llenar la vida

Me preguntas qué tal estoy y no puedo responderte. He cerrado los ojos y estoy en la oscuridad más extensa y sublime jamás hallada. Bebiendo de la fuente, de lo incierto, de manadas de dudas que arrasan pensamientos aleatorios que viajan sobre mí.

No puedo responderte, ni siquiera sé si hablas. Estoy perdida entre la inmensidad de la vida, escondida entre ideas y memorias, entre susurros que me otorgan palabras y me encuentran callada.

No sé, no veo. Solo habito un cuerpo mío que la vida llena; que rebosa emoción que alegría llaman. Y me fundo, diluida en latidos que, en amor, reclaman la divina presencia que de tu mirada emana.

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CELEBRACIÓN

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«La celebración es la base de mi forma de vida; enseño a disfrutar no a renunciar. Disfrutar de toda la belleza, todos los placeres, todo lo que la vida ofrece, porque toda esta vida es un regalo de Dios.



Para mi, vida es sinónimo de Dios. De hecho, la palabra vida es bastante más auténtica que la palabra Dios. Dios no es más que un término filosófico, mientras que vida es real, existencial. La palabra Dios existe solo en las escrituras. Es simplemente una palabra. La vida está dentro y fuera de ti; en los árboles, en las nubes, en las estrellas. Toda esta existencia es una danza de vida. 



Ama la vida. Vive la vida con totalidad, emborráchate de divinidad viviendo. Tengo un tremendo amor por la vida y por ello enseño celebración. Tienes que celebrar todo, tienes que vivir todo, amar todo. Para mi no existe nada mundano y nada sagrado. Todo es sagrado, desde el peldaño más bajo de la escalera al más alto. Es la misma escalera: del cuerpo al alma, de lo físico a lo espiritual, del sexo a samadhi; ¡todo es divino!»

Osho

Ilustración que enamora de un ilustrador desconocido (fotografiada de una postal de laughingelephant)

 

 

MI VELERO

Necesito de ti. Del Dios verdadero, del que calienta mis noches tan solo con sentirme, del que me quiere tal y como vine.

El que no exige, el que da aliento, el que está presente, el que hace que mi corazón sea motor de mi cuerpo.

De ese Dios quiero, el que vive en mis adentros, el que me arraiga al suelo, el que se manifiesta a través de las formas, el que me mueve con respeto.

No busco otros guías, ni seguir furiosas corrientes de miedos.

Quiero sentir qué late dentro y darle forma con este cuerpo. Compartir, amar, ser mensajera de bellos conocimientos.

No tengo mayor anhelo que aprender a cuidar mi velero.

Guiame, viejo amigo, sé tú mi consejero. Y que sea a través de esta Tierra a la que yo amo y a la que todo y nada debo.

velero consejero

ERES TÚ

«No soy saludo, ni despedida; ni lo blanco ni lo negro soy. No como me defines, ni como me lees, ni aquel del que te hablaron o de quien oíste hablar.

No soy el cielo, no soy la tierra; de nadie a su cadena voy atado, ni siervo de ningún credo soy.

No soy una ilusión, ni copa de vino para tu corazón solitario.

No estoy cautivo, de nadie soy rehén; no soy alguien sin valor, ni me envía maestro alguno.

No soy mendigo de cualquier templo o mezquita o taberna. Ni el infierno ni el paraíso soy, así es mi esencia.

No digo estas palabras hoy, ni hoy las escribo; con pluma de luz lo hice en la aurora de la preeternidad.

Si eres capaz de entender tal sutileza, te lo revelo en secreto y susurrando, para que nadie escuche este secreto precioso del universo:

todo cuanto han dicho y recitado, eres tú; tu eres el alma del mundo, oculto y visible eres tú.

Tú eres aquel a quien toda una vida buscas con sollozos; no sabes que tú mismo eres el núcleo mismo del amor.

Tú eres los misterios ocultos, tú el jardín del Edén. Tú la respuesta a toda filosofía, a todo cómo y porqué.

Juro por ti que te mostraron este misterio, y tú, sin temor, despertaste: más inmenso que los universos, no eres parte alguna ni agua en cuenco de barro.

Tú eres Él, hazte consciente de ti mismo, para que no te quedes junto  a cualquier casa en ruinas y veas el fulgor de tu propia luz.»

Rumi

Sin título 2